Crisis Energética en Honduras: desafíos y proyecciones para el 2024

Honduras se encuentra al borde de una inminente crisis energética en el 2024, marcada por fallos en la infraestructura eléctrica y un aumento alarmante en las pérdidas de la Empresa Nacional de Energía Eléctrica (ENEE). Anoche, un fuerte temporal azotó el litoral atlántico, dejando importantes fallas en la línea de Transmisión L516 y dejando a sectores como La Ceiba sin electricidad.

Ciudadanos afectados denuncian pérdidas considerables en la ENEE, atribuyendo gran parte de estas a hurtos en barrios periféricos. Además, las inundaciones en La Ceiba contribuyen a la magnitud del problema, evidenciando la fragilidad del sistema frente a eventos climáticos extremos.

A pesar de las promesas de la ENEE sobre la reducción de pérdidas, los resultados del ambicioso plan para el 2023 fueron decepcionantes, con estimaciones que sitúan las pérdidas en un preocupante 38.85%. Esto se traduce en pérdidas económicas significativas, aproximadamente 20,109 millones de lempiras, afectando tanto a usuarios domésticos como a empresas.

El presidente del Sindicato de Trabajadores de la ENEE, Miguel Aguilar, advierte que las proyecciones para el 2024 son desalentadoras, con un posible déficit de 270 MW. Aguilar aboga por un cambio en las estrategias, sugiriendo licitaciones a largo plazo para garantizar una oferta eléctrica estable, aunque implique mayores costos.

En este contexto, la urgencia de acciones concretas es evidente. Aguilar insiste en la necesidad de superar las excusas y justificaciones, instando al gobierno a implementar medidas efectivas para abordar las pérdidas y garantizar un suministro eléctrico sostenible. La falta de una respuesta contundente podría sumir a Honduras en una crisis energética de proporciones críticas en el 2024, afectando la vida diaria de sus ciudadanos y el desarrollo del país.