¿Qué es una DANA o “gota fría”?

En los últimos años, el fenómeno meteorológico conocido como DANA, siglas de Depresión Aislada en Niveles Altos, ha captado la atención de los medios y la población, especialmente en zonas del Mediterráneo, donde suele manifestarse con mayor frecuencia entre junio y octubre. También conocida coloquialmente como “gota fría”, la DANA se ha asociado históricamente con inundaciones y desastres por sus precipitaciones intensas, pero no siempre implica destrucción. La Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) de España recalca que, aunque las DANAS puedan causar daños serios, no son sinónimo de catástrofe natural.

¿Qué es exactamente una DANA?

Una DANA es una depresión atmosférica aislada en los niveles altos de la atmósfera, formada por una masa de aire frío que se desprende de las corrientes de viento en chorro, como el chorro polar o subtropical, en la troposfera y baja estratosfera. Estas corrientes no fluyen de forma recta alrededor de la Tierra, sino que se mueven con ondulaciones o “meandros” que, en ocasiones, se amplían hasta que una parte de aire frío se estrangula y queda aislada del flujo original. Este fenómeno genera la DANA, que flota en niveles más bajos, lo cual puede provocar lluvias y vientos fuertes.

¿Por qué la DANA no siempre es sinónimo de desastre?

Según la AEMET, la DANA es un fenómeno ocasional y natural, y aunque puede causar estragos con precipitaciones torrenciales, no siempre provoca grandes daños. En la mayoría de los casos, se manifiesta con lluvias moderadas, y solo cuando coincide con ciertos factores (como temperaturas altas en la superficie o un flujo de humedad adicional) se intensifica y genera situaciones de riesgo. Por ello, no debe interpretarse la presencia de una DANA como un presagio de desastre, sino como un evento meteorológico que requiere precaución y monitoreo.

La necesidad de alerta, no de alarmismo

Conocer y entender la DANA es esencial para evitar el alarmismo que, en muchos casos, rodea a estos fenómenos. La AEMET subraya que el objetivo no es generar pánico, sino promover una cultura de prevención. Este tipo de fenómenos atmosféricos son comunes en zonas mediterráneas y, aunque en ocasiones derivan en situaciones de emergencia, la mayoría de las veces no ocasionan mayores daños.

Así, en temporada de DANAs, más que temer, la población debe estar informada y tomar medidas de precaución si es necesario. Este enfoque responsable permite una mejor preparación y una convivencia más segura con los fenómenos naturales que, aunque impresionantes, no siempre representan un peligro inminente.